Un viejo paladín y un grupo de niños huérfanos estaban sentados alrededor de una fogata a las afueras de ventormenta, bajo aquel hermoso cielo estrellado. El viejo paladín habla en la oscura noche diciendo.
-Bien niños hoy les contare la historia de uno de los paladines que considero uno de los más fuertes y devotos, fue amigo mío el nunca dejo de creer en la luz, siempre siguió adelante aunque todo estuviera en su contra y no se rindió hasta el último momento.
Como toda historia tiene comienzo, hace unos…uhm creo que eran 60 años nació en lordaeron bajo un cielo como este, los vientos susurraron su nombre ese día aquel humano se llamaría Vadrius.
Se podría decir que su infancia fue feliz tuvo una buena vida, despreocupándose de muchas cosas, pero su felicidad no fue eterna, a sus tiernos 5 años unos ladrones entraron a su casa y mataron a sus padres, el apenas se salvo gracias a dos paladines que por su suerte estaban cerca y escucharon los gritos de su madre. Pero cuando llegaron solo pudieron salvar al niño. Pobre niño lloraba como nunca en la vida, pedía a gritos que su madre se levantara pero ella ya estaba muerta sus ojos mirando asía la nada, un paladín se acerco y cerro sus ojos para luego levantar a Vadrius y llevarlo afuera para que no viera mas aquella escena más.
-Ahora estaba solo sin padres, uno de los paladines se encariño con él y decide adoptarlo junto con su esposa que llevaban muchos años tratando de tener hijos sin éxito.
Uno de los huérfanos interrumpe preguntando de donde vienen los niños y el paladín sin saber que contestarle le dice:
Hijo mío…esa respuesta temo que no puedo contestarte pero luego pregúntaselo a tu matrona, de seguro que ella puede contestarte mejor, bueno continuando la historia…
Donde me quede…ah sí, al principio para tristeza de sus padres adoptivos el niño se encerraba en su nuevo cuarto a llorar, pobrecillo él no tenía la culpa, perder a tus padres a esa de esa manera. Fue un día cuando su padre adoptivo fue a su cuarto, creyendo tener la solución a ese dilema.
Al entrar en el cuarto se sentó en la cama diciéndole:
-hijo mío…se que fue doloroso perderlos de esa injusta manera pero crees que a tus padres les gustaría que solo lloraras por ellos?, no verdad?
No llores por ellos, no digo que no los recuerdes sino que hasta fuerte por ellos, hazte fuerte y evita que la misma desgracia que tu sufras la sufran los demás. Hazte fuerte y lucha por los débiles, hazlo por ellos, estoy seguro que es lo que querrían.
El niño dejo de llorar y miro con sus penetrantes ojos verde mar a su padre adoptivo, y confundido le pregunto a que se refería. Y él le acaricia la cabeza contestándole:
Lo que quiero decir hijo mío es que luches por la luz, ayudando a los demás y salves a otros de los mismos males, estoy seguro que ellos como yo querrían que te hicieses el más fuerte y devoto de todos los paladines, enorgulléceles.
Así el niño le contesta afirmativamente y luego de perder las ultimas lagrimas se limpia con su manga y juntos bajan justo a tiempo para la cena.
Y así fue como comenzó a estudiar en el camino de la luz, al ser de tan joven edad simplemente aprendía las filosofías de la luz junto con algunas artes de combate sencillas para poder auto defenderse.
Los años pasaron y cuando llega a los 10 años Vadrius ya estaba listo para un entrenamiento verdadero y así su padre adoptivo lo lleva a que aprenda con demás niños de su edad.
El aunque poco había socializado de chico no demostró gran problema al hablar y hacerse amigo de los demás y fue ahí cuando yo lo conocí, a simple vista era un muchacho simple y amigable, y un poco habilidoso.
Allí al principio se nos entreno físicamente, fueron unos años de entrenamiento físico mientras aprendíamos a utilizar la luz. Luego se nos comenzó a enseñar a utilizar masas como armas.
Nunca conocí a nadie más devoto a la luz que él, el era mi amigo y también un ideal de persona que yo quería ser.
Cumplimos 16 años y nuestro entrenamiento rendía sus frutos, ya nos faltaba poco para ser reconocidos oficialmente como paladines. Pero esa felicidad, esos buenos momentos no estaban destinados a durar mucho mas.
Fue unos días después que Vadrius conoció a una hermosa dama, de cabellos dorados que caían por sus hombros.
El se enamoro perdidamente de esa mujer y poco a poco se alejo de sus amigos, pero él era más feliz aun, recuerdo que su nombre era Natalia. Pero algo en ella nunca me gusto, nunca confié en ella aunque él estuvo perdidamente enamorado de ella algo no me cerraba, algo estaba mal pero decidí no darle importancia.
Ella era maga o eso era lo que le había dicho, se había venido de dalaran junto con sus padres a vivir a Lordaeron.
El muchas veces intento llevarla por el camino de la luz, que fuera una paladina como el pero por supuesto ella estaba metida en la magia y nada iba a hacerla cambiar.
Pero aunque tuviera una mujer en su vida él siguió esmerándose en los entrenamientos no decayó ni un poco, el a diferencia de muchos logro encontrar el tiempo suficiente para todo.
Paso un año y al fin logramos lograr llegar a ser verdaderos paladines pero el momento no duro mucho, pronto noticias de una plaga llegaron a Lordaeron y se nos mando a luchar, no sabíamos a que nos enfrentamos hasta que los vimos.
Seres de completa oscuridad, abandonados por la luz, el miedo se apodero de él. Aunque nunca me lo imagine le estaba viendo asustado, sudando en frio. Pensé con tristeza que probablemente moriría sino ponía su mente en la batalla pero me sorprendió ver como apenas comenzó la lucha, se movía con total confianza. Bañando con la luz a aquellos seres, destrozando sus cabezas bajo su masa, uno a uno caían, nos protegíamos las espaldas. Más de una vez yo le salve y muchas veces el a mí, juntos éramos casi que invencibles.
Pero por más que nuestro entrenamiento estaba terminado nada nos había preparado para eso, por cada uno que caía de ellos, otro se alzaba de uno de los nuestro como un muerto.
Psicológicamente ver como muchos de los que conocíamos caían para él fue horrible, cada noche tenia pesadillas, aunque yo lo mangaba mejor cosa que nunca creí, pero fue una de sus pesadillas que me hizo pensar, en una de ellas la mujer que amaba, estaba luchando junto a aquellos putrefactos seres, ella los traía a la vida. En ese momento él pensaba que era su propio miedo engañándolo y así lo creí yo también…pero tal vez, solo tal vez lo malo que yo había sentido en ella fuera verdad.
Cada día éramos menos, nuestros compañeros caían y se levantaban, pero poco a poco retrocedimos, cuando el príncipe arthas se va así las tierras del norte unos pocos volvimos a nuestra capital. Estábamos muy cansados y sabíamos que poco pasaría antes de volver a la batalla.
Por momentos pensé que el dejaría de creer en la luz, de que se rendiría y caería bajo los lazos de esa mujer y dejar la luz para estudiar la magia arcana pero para mi sorpresa no fue así, el seguía tan devoto como nunca.
Siempre demostrándome lo contrario, ese era Vadrius ese era mi mejor amigo. Tuvimos algún tiempo de descanso hasta que noticias de que el príncipe arthas volvía del norte.
Decidimos quedarnos en la plaza ese día mientras simplemente hablábamos entre los tres pero pronto se comenzaron a oír unos gritos, pronto el descontrol por toda la ciudad.
No sabíamos que pasaba pero pronto se comenzó a escuchar aquella palabra…no-muertos.
Estaban atacando Lordaeron, que idiotas que fuimos los dos, no llevábamos armaduras ni tampoco nuestras armas, pero pronto paso un escuadrón con muchas armas y nos logramos que nos dieran dos mazas aunque no eran las de siempre servirían, el y yo matábamos cuanto no-muerto pudiéramos pero aquella mujer, aunque se jactaba de ser una poderosa maga se quedaba quita recostada contra un árbol, el pensó que seguramente era porque tenía miedo, pero aquella pose, aquella actitud no era de miedo algo mas estaba pasando.
No fue hasta que un dolor profundo ataco mi espalda, quemaba, era magia oscura. Quien…mire para atrás pero solo estaba ella. Se reía, me costó reconocerlo pero había sido ella, el no se había dado cuenta así que seguimos, ella no intento nada mas pero igual cuidaba mi espalda. Cuando logramos llegar a la salida y evacuar a cuanta gente pudiéramos, salimos de aquella ciudad. Yo estaba bastante herido igual que él pero pudimos curarnos, cuando llegamos a un lugar que creíamos medianamente seguros nos sentamos a descansar.
Pero descansar fue lo único que no hicimos esa mujer, sin pensarlo dos veces le advertí a él lo que era esa mujer, aquel hechizo era magia negra, era una bruja o algo peor. No sabía porque él no se había dado cuenta, ella claramente en ese momento irradiaba magia oscura.
Una lagrima se escapo de sus ojos, el asintió, el también se había dado cuenta, pero no había hecho nada como yo, Por qué?
Por unos momentos pensé que el dejaría la luz, que se iría con ella a practicar aquellas prohibidas artes pero volvió a sorprenderme, se levanto. Ella se protegía a cada instante diciendo que era mentira hasta que él se puso en frente de ella y le pidió con lagrimas en sus ojos que dejara esas artes, que volviera al buen camino. Pero ella simplemente se rio de él, se burlo de la luz en la cara y riéndose aun mas dijo que su amo traería la muerte a estas tierras y le daría un gran poder a ella.
Estaba loca, simplemente loca, era peor que aquellos muertos descerebrados que no tenían opción, ella les seguía por propia voluntad. Eso fue demasiado para él, estaba en shock. Su peor pesadilla, a lo que mas temía se había hecho realidad.
Pero al parecer ella poco le amaba, apenas él se distrajo conjuro magia negra y le hizo chocar contra un árbol, no le había hecho mucho pero ella se dirigía otra vez asía él con la intención de matar, pero al intentar pararla caí desmallado bajo uno de sus hechizos. El después me dijo que sucedió, al caer desmayado él se interpuso entre ella y yo y conjuro la luz para hacerle daño con todo el dolor de su corazón, lucho contra ella. Siempre aunque parezca idiota…uhm no repitan esa palabra a la Matrona o me casca, pero bueno continuando, el intentaba no hacerle mucho daño pero la situación estaba llegando al límite los dos se estaban cansando, y al momento de que él pudiera dar el golpe final, apoyo la maza en el suelo y le dijo que se fuera de su vista rápidamente.
El no pudo hacerle más nada, el no pudo hacerle más daño, aunque ella haya hecho todo eso, el simplemente no podía. Después me levanto y apoyándome en su hombro camino hasta donde se refugiaban algunos humanos.
Desperté en una carpa, estaba frio afuera y el estaba sentado en un árbol talado mirando a las estrellas. Cuando noto que estaba cerca me miro y sin moverse me dijo que partiría a Ventormenta, el aunque quisiera quedarse a defender esa tierra no podía, era mucho el dolor que le causaba verla.
Así fue como partió a ventormenta, con su corcel viajo por muchos días hasta llegar al bosque de Elwyn.
Sin descansar siguió su camino a ventormenta pero a medio camino unos defias intentaron robarle, pobres de ellos. Eran dos y aunque lastimaron a Vadrius este pudo con ellos y atándolos les llevo ante la justicia en ventormenta.
Así fue como allí conoció a muchas personas, personas que le ayudaron y personas que le dieron problemas pero eso se los dejo para otra noche niños. Ya es hora de volver, es tarde y su matrona probablemente se enoje.
Así el viejo paladín condujo a los niños al orfanato para luego mirar una última vez el cielo y pensar en su muerto amigo.