Historia
1 Toda Historia tiene un comienzo
Voy paseando por Ventormenta, llevo una túnica blanca; no escondo mi rostro, se que será incomodo mientras haya Kal’Doreis cerca pero me da igual.
Otra vez me toca a mi hacer los recados, saco la lista con terror, bien ha sucedido; bueno me lo esperaba, tengo que comprar hierbas en el parque, y si, en el parque hay muchos Kal’Doreis.
Mientras que voy andando desde el centro de Ventormenta la gente pasa de ignorarme a lanzarme miradas disimuladas, a medida que me acerco al parque las miradas dejan de ser disimuladas.
Estoy en el recinto del parque, se lo que me voy a encontrar, ahí, justo en medio una preciosa poza de la Luna.
Ya la siento, esto me ahorrara una hora de meditación, me voy acercando cada vez mas, mas…mas cerca. Una voz interior me decía “No te acerques mas”.
-Ehh tu, quitate de donde estas!!- me grito un Kal’Dorei con cara de pocos amigos.
-Si, tranquilo…tranquilo- le conteste
-No te atrevas a replicarme- me dijo mientras me dirigia una fría mirada
Estoy a cinco metros de la Poza, ya esta, me siento mas descansada. Vale ahora me toca comprar.
Llamé a la puerta de la Tienda e instantáneamente abrieron la puerta:
-No damos comida a mendigos- me dijo mientras me cerraba la puerta en la cara.
-Vengo a comprar- dije fríamente
-Quiero Flores de Paz, al menos 1 kilo- dije
-Uff…tanta cantidad, tendre que cobrar un impuesto especial-me dijo mientras que en su cara se formaba una sonrisa nada amistosa
-Si,adelante- aunque sabia que ese impuesto no era precisamente por la cantidad sino por quien lo compraba.
Le di las 10 monedas de oro y me fui con la mercancía. Todo muy, muy frio.
Mientras que salía del recinto del parque unos jóvenes Kal’Dorei me hacen gestos feos con la mano; si les educan asi desde pequeños que se puede esperar de ellos….
Miro al cielo, es bastante tarde, no me daría tiempo a comer en la aldea aunque fuera corriendo, comprare algo y me lo comeré en el camino.
Entre en una pastelería regentada por un gnomo con pinta de joven.
-Bueno…Bueno, tengo delicias de todos los lugares; ¿Qué quiere nuestra joven princesa?- dijo alegremente el gnomo consiguiendo arrancarme una sonrisa.
-Mmmmm…dame 6 de aquellos, por favor-dije
-Aquí tienes, son dos monedas-dijo
Le di 3 y después de que me lo agradeciera mucho Sali de la tienda.
Empeze a caminar por Elwyn….
2 Como comienza un Comienzo
Me acuerdo de mi pasado, me acuerdo perfectamente…si me acuerdo.
Yo era entonces muy joven, tendría unos 51 años, mi madre, mi padre, mi hermana y yo vivíamos felizmente en una casa en Quel’Thalas, cerca de Lunargenta.
Mi madre y mi padre eran magos, y aunque apenas saliamos de casa, mi padre si que sola visitar lunargenta.
Nuestra familia, los Belore, estaba cercanamente emparentada con los Sunstrider.
Yo, supongo que siempre fui la rara de la familia, la preferida siempre fue mi hermana; seria porque era mag o el hecho de que me escapara al bosque y le robara dinero a mis padres para comprar arcos influyo.
Nunca quise especialmente a mis padres, los mejores momentos de esa etapa de mi vida han sido cuando jugaba con los Dragohalcones en Quel’Thalas; recuerdo eso con nostalgia, fue demasiado corto, demasiado corto.
Alrededor de esa época empezaron a aparecer referencias de avistamientos de criaturas raras en el sur, en Loarderon; noticias a las que no dimos crédito al principio por su extravagancia.
Apenas una semana después las noticias se clarificaron, una plaga de No-Muertos avanzaba hacia Quel’Thalas y Lunargenta se iba a cerrar por primera y tal vez ultima vez en su historia.
Yo y mi familia pasamos por ultima vez por Lunargenta a comprar viveres , cuando pasábamos por delante de la casa hice un ademan de entrar en ella cuando mi hermana me grito:
-Adonde narices vas
-Perdona, pero la ultima vez que pasamos por aquí esta era nuestra cas- la replique
-Pero no esperaras que nos quedemos aquí, iremos en barco hasta que pase el asedio-me dijo como si fuera obvio
-Ahhh si claro, para que defender NUESTRA ciudad-la grite
Empeze a sentir un quemazón en la pierna, me estaba hechizando, saque mi arco y la dispare cuidando que no la diera.
-¡Alanassora!-me grito mi padre
-Como se te ocurra volver a hacer eso-dijo cerrando el puño
-Y en cuanto a es hechizo….ha sido maravilloso-dijo mi padre a mi hermana
-¡Que!-grite
Pero una mirada furibunda de mi padre me hizo callarme
Asi transcurrió el viaje, sin que hablaramos mas.
3 Mi primer “Viaje”
El barco era nuevo, espacioso pero manejable, bastaría una tripulación de unos 4 o 5 marineros, pero en el muelle solo estaba el capitán y otros dos marineros.
El capitán se acerco a mi padre y discutieron un rato, juraría que me señalaron varias veces durante la conversación.
-Ehh tu-me dijo el capitán
-Sube los viveres a la cubierta del barco, y ven a verme a mi camarote, es el único del Sur
Tarde muy poco en subir los viveres y fui al camarote del capitán para encontrármelo de pies esperándome
-Tu padre no me cae bien, Chstt, no digas nada, te mantendré ocupada, programare tus tareas para que no tengas que verles y en tu tiempo libre puedes usar el arco-dijo el capitán
-Y ahora vete y no me des problemas, Ahh y coje este horario
Genial, a la mañana siguiente me tendre que despertar pronto para fregar la cubierta y por las noches puedo hacer Tiro con Arco.
Asi paso un aburrido y horrible mes, creo que entonces me di cuenta de que esa vida no es para mi.
Cuando desembarcamos….bueno emmm todo el mundo conoce esa parte de la historia de los Quel’Dorei, ehmm ya sabeis la masacre, no hace falta que os cuente es que no me gusta recordar ese momento, creo que esto mereze un gran capitulo en Blanco.
4 Mi regreso a Lunargenta
Muerte,destrucción.
5 Lo dejo todo y me voy con alguien que no conozco
Desde que volvió anoche Kael’Thas mi padre y mi hermana han tenido varios encuentros con el por las noches, yo aprovecho esos momentos para salir de Lunargenta a practicar con el arco.
Uno de esos días estaba practicando cuando un forestal, o al menos alguien con uniforme de forestal se me acerco.
-estar aquí es peligroso niña- me dijo
-Pero si apenas tienes mi edad-replique
-Veo que estas hecha una lince-dijo sonriente
-Vengo a hacerte una oferta-dijo
-¿Qué quieres?-dije
-Que lo dejes todo y te vengas conmigo-dijo el
-Hombre eres mono y eso pero….
-No en ese sentido, no te has dado cuenta de lo que esta pasando-me dijo
-No puede ser tan inepta!!-dijo el
-No sabes nada sobre los Sin’Doreis-pregunto
-Hijos..de Sangre..?-pregunte
-Si-dijo, y me lo explico todo
Es demasiado largo y demasiado evidente para que os diga lo que el me dijo pero supongo que lo supondréis.
Unos magos nos transportaron a Menethil y desde ahí llegamos a Ventormenta vía Ironforge;
El viaje no tuvo mucho interés, lo mas interesante fue averiguar que el misterioso forestal apenas tenia 59 años, se llamaba Alandar y venia de un pequeño pueblo Quel’Dorei en Elwyn; apenas había unos 90 Quel’Doreis.
Bueno y asi llege a Elwyn y actualmente me dedico a hacer pequeñas tareas para los campesinos de Elwyn, y cada vez pasar mas tiempo con Alandar, me cai bien la verdad.
He decidido empezar un diario ¿Qué por que? Por ninguna razón en especial, porque yo, soy asi. Solo yo soy capaz de irme con alguien desconocido, solo yo soy capaz de confiar en alguien sin apenas conocerle.