Diana Lastar -Humana

Parte 1

La Tragedia

Una Caravana procedente de Arathor se dirigía al Reino de Lordaeron, el grupo estaba formado por seis carromatos y un pequeño grupo de veinte soldados de escolta.

Una de las familias que viajaban camino a Lordaeron era de procedencia noble, con lo que llevaban sus bienes de valor con ellos, un botín sustancioso para los cientos de bandidos que cubrían los bosques en esa época.

Los soldados que la escoltaban estaban siempre alerta aunque tras varios días de viaje el cansancio empezaba a ser mella en ellos, los cascos pesaban y les impedían la visión, las placas de la armadura entorpecían los movimientos, y las lanzas y espadas eran demasiado grandes y pesadas para combatir a algún enemigo.

Parece ser que todo estaba planeado, como una sucia jugarreta del destino, pero cuando los soldados llegaron al límite de sus fuerzas un grupo de unos seis o siete encapuchados atacaron a la caravana, los soldados intentaron hacerles frente pero fue una masacre, uno tras otro y con una velocidad increíble los enemigo fueron acabando con todos los soldados que nos protegían.

Solo uno quedaba en pie, el capitán de los soldados, se encontraba frente a las familias que transportaban a Lordaeron, el primero bandido le embistió…

Capitán: *Gira la espada y de un solo estoque separa la cabeza del bandido asaltante de su cuerpo* -vamos, venir!! *gritaba a los demás que lo miraban *

Pero cual sucias ratas no se atrevieron a enfrentarse con tal rival, uno de los bandidos saco una ballesta y sin darle tiempo a reaccionar disparo una certera flecha en el cuello del capitán, era mucho esperar que estos viles hombres tuvieran algo de honor.

Reunieron a todas las familias, separaron a los hombres de las mujeres y mientras tres de ellos las amarraban los otros asesinaban a los hombres a sangre fría y sin darles la oportunidad de defenderse.

A las ocho mujeres las metieron en una de los carromatos, mientras que las armadura, armas y pertenencias de valor los ponían en otro, luego quitaron los caballos del resto de las caravanas, ahora el grupo de dos carromatos y cuatro caballos, esta vez escoltados por bandidos se adentraban por un espeso camino que los llevaba al interior de aquel oscuro bosque.


Parte 2

El Campamento Bandido.

Tras algunas horas de viaje por aquel camino abandonado por la mano de la luz cuando sentimos que el ritmo de marcha disminuía, por la lona del carromato se empezaban a filtrar nuevamente los rayos del sol.

A ritmo lento los carromatos entran en el campamento de los bandidos, no era más que un claro en el bosque rodeado por una muralla de madera rustica y dos torres del mismo material, dentro habían una gran casa en el centro y alrededor de esta varias casas y tiendas de campaña, cada cierto tiempo se escuchaban gritos y una jauría de perros no paraba de ladrar.

Un grupo de unos treinta bandidos se acercaron a la caravana mientras celebraban algo, uno de ellos entro al carromato donde estaban las mujeres y con fuertes empujones las saco una a una.

Mientras otro de estos estaba sobre el carromato donde tenían los bienes y los lanzaba a la multitud de bandidos.

Las mujeres fueron llevadas a la edificación central y luego llevadas a un sótano, en este oscuro lugar había lo que se podría describir como una “prisión”, un oxidada reja que daba acceso a una gruta escarbada con dificultad, le quitaron las amarras y las lanzaron dentro.

Una vez dentro pudieron comprobar que sus peores temores se harían realidad, otro grupo de mujeres con ropajes rasgados y varias magulladuras ya se encontraban dentro de esa “celda”.

Las mujeres apenas podían hablar, el mentón les temblaba y solo pudieron hacer algo…llorar.

No se saben bien cuando tiempo pasó, porque cada minuto en ese lugar era como una hora, pero de lo que si están seguras es que la cara de ese hombre no se les olvidara.

Entro en la Gruta y abrió la celda, luego una a una escogió a las mujeres que quería y otros bandidos las fueron sacando, era como un dedo maldito que señala la ruina de las personas.

Las mujeres señalas fueron llevadas a una gran sala, donde unos veinte bandidos comían y bailaban, las pusieron en fila delante del que parecía el líder y tras observarlas con lujuria hiso un gesto con la mano, segundos después los bandidos se lanzaron sobre ellas, les arrancaron los ropajes, e ignorando los gritos de suplica y las lagrimas en sus ojos las violaron durante horas.

Esto se repetía cada día….



Parte 3

Gracias a la Luz.

La situación era insoportable para el grupo de mujeres, cada vez más débiles y desnutrida no tenían fuerzas para vivir, varias mujeres murieron a la semana.

A medida que llevaban más tiempo en el lugar les daban más libertad, al mes de estar en el campamento las sacaron de la gruta y las amarraron al lado de la casa principal, la tés blanca de las mujeres parecían aun más pálidas cuando el sol les daba. Los rayos podían darle algo de esperanza, algo en lo que creer.

Unos días después los ánimos de los bandidos estaban por los suelos, más bien inquietos, corrían de un lugar a otro, el líder de ellos no paraba de gritar, al principio no entendimos porque pero cuando las trompetas empezaron a sonar a lo lejos lo entendimos.

En uno de los últimos ataques de este grupo habían matado al hijo de un noble de Lordaeron, parece que se les fue de las manos la situación, un escuadra entera del ejercito de Lordaeron venía a la base, mas de 200 soldados, los bandidos fortificaron la puerta para evitar el ataque pero fue inútil, de una sola embestida la rustica puerta callo, los soldados entraron y arrasaron todo a su paso, y las mujeres hay, mirando como sus males llegaban al final.

Después de una hora de lucha un soldado se acerco a ellas y las libero, mientras otros le traían mantas, las montaron en caballos y fueron llevadas a Lordaeron, donde un noble de compadeció de ellas y les dio trabajo como sirvientas en su casa.

Lo que no sabía una de ellas era lo que llevaba dentro, un vestigio de los bandidos, en su vientre estaba una criatura concebida por el dolor y el sufrimiento, tras nueve meses nació, era una niña con unos ojos azules como su madre, pero un pelo negro que le recordaba a su padre…

La madre no podía ni mirarle la cara, y en el mismo momento de parto la envió al orfanato.

Diana fue nombrada por la comadrona que la llevaba al lugar, el orfanato de Lordaeron, lleno de niños por la guerra que ya acaba contra los orcos y con mucho trabajo como para cuidar bien de los chicos.

Hay paso Diana su infancia rechazada por su madre y por la sociedad….


Parte 4

Repudiada.

Durante mucho tiempo Diana sufrió desilusiones, las familias que la querían adoptar la rechazaban tras escuchar la historia de la niña, tubo que sobrevivir como pudo, con siete años se escapaba del orfanato a robar comida y juguetes.

Miraba a las demás niñas en la plaza de la ciudad con sus familias, con una madre y un padre que las querían, después de todo ella solo era una niña, y no tenia culpa de su pasado.

Por las mañana robaba comida de los puesto de fruta, y por las tardes volvía al orfanato donde era castigada con la fusta por escaparse.

Las Sacerdotisas de la Luz que las cuidaban… sacerdotisas, a veces los seguidores de la luz son más crueles que los demás.

A la edad de 9 años ya no tenía esperanzas de adopción y era demasiado grande para seguir en el orfanato que se volvía a llenar por la segunda guerra.

Así que una mañana la jefa del orfanato le dio una manta y una barra de pan en una morral, la llevo a la puerta y tras la niña la cerró.

De esa forma tuvo que vivir Diana, en la calle, junto a los animales y mutilados de la guerra, buscaba en la basura de las casas algo de comer, y cuando no encontraba robaba, se acercaba a la multitud y con gran agilidad cogía sus partencias de sus bolsos para luego cambiarlas por comida.

Esto se repitió durante todo un año… hasta que su destino cambió…


Parte 5

Nueva vida.

En uno de sus robos habituales vio a un señor con una túnica negra larga que llevaba una cadenita con un rubí en la mano, la niña se acerco a él y le dio una flor, el hombre la cogió y tras olerla la lanzo al suelo y la aplasto, tras mirar a la niña siguió su camino.

A Diana no le importo la flor, salió corriendo y se metió en un callejón, se metió la mano en el bolsillo y saco la cadena con el rubí, mientras lo observaba seguía caminando hasta que tropezó con algo y cayó hacia atrás.

-Creo que eso es mío*dijo una voz grave*

La niña levanto la mirada y vio al hombre al que se lo había robado. No supo que decir y le extendió la mano con la cadena, el hombre cogió la mano de la niña y saco una pequeña daga.

-Sabes que le pasa a los ladrones-*sonríe*-se les corta la mano-

La niña mantuvo firme como si no le importaba.

De pronto el hombre cerró los ojos y sonrió.

-Cuánto dolor, cuanto sufrimiento-

Le suelta la mano a la niña.

-Vamos sígueme- *le da el rubí* - Las niñas como tú no deben estar solas por las calles-

La niña retrocede

-Quieres mas como ese - *señala al rubí* -Pues ven conmigo-

La niña sin nada que perder lo siguió.

Después de se día no se la volvió a ver, algunos creen que la mato, otros que era un hombre rico que se aburría y que la joven ahora era una noble… otros cuentan algunas historias que ni siquiera el peor de los hombres soportaría.