Discucion abierta

Bien explico un poco, mi futuro personaje, y como sera, debemos tener en cuenta 3 puntos


A: Debe ser elfo.

B: En algun momento de su pasado/presente, debio o debe conocer a los otros elfos.

C: Debe renunciar a su condicion actual, sea este Quel'Dorei o Sin'Dorei

(Recordad, que lo que montaremos sera una logia Nuetral elfica, basada en el ambito forestal, para un ejemplo tenemos los druidas del circulo de cenarion)

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[Reseña Personaje 1: Jessiath, es una Alta elfa, burtalmente separada de su familia, por motivos desconocidos para ella, en la actualidad no recuerda nada, por lo que no sabe nada de lo que paso, (eso lo descubrira a medida que crece el personaje) se crio en los bosques de Lordaeron, junto a otra hermitaña y sus dos secuaces, completamente ajena a lo que pasaria a Quel'Thalas, hasta que vino la guerra y tras la destruccion del reino, Jessiath nuevamente se ve sola, pero esta vez tiene datos nuevos sobre quien fue antaño, por las que decide explorar y buscar a sus familiares, de los cuales solo recuerda vanalmente a sus dos hermanos y poco mas de su padre, al adentrarse en las ruinas y ver a una comunidad elfica, sumida en la desolacion y en la lucha por la reconstruccion de un reino caido, se reencuentra con su hermano, un ser idealista y a su vez orgullozo, este le pone entre la espada y la pared, o ROJO o AZUL, pero porque definir algo que nunca tubo definicion? *-- [OJO Aqui podemos enlazar la historia con vuestros personajes Sin'Doreis]--*
Es entonces cuando decide no formar parte de los Elfos de sangre, Jess es una joven salvaje, con gran capacidad en la vida silvestre, y un alto conocimiento de los animales, casi casi se podria decir que les entiende y puede hablar con ellos ( OJO dato no literal) solo le queda la esperanza de volver al bosque, aunque, antes debia darle una visita a los reinos de la alianza *--[OJO Aqui podemos enlazar la historia con vuestros personajes Quel'Doreis]--* Al ver lo egocentricos que son las razas de la alianza decide desistir de convivir con las razas caoticas del mundo.
*--[OJO Aqui podemos enlazar la historia con vuestros personajes Quel'Doreis o Sin'Doreis]--*
No contenta con su condicion de Alta elfa, y en total desacuerdo con las practicas de los crecientes elfos de sangre, decide no ejercer en ninguno de los bandos, por lo que le hacen ajena a la horda y a la alianza, pero no enemiga de estas.

Brevemente asi es luego posteare Toda la historia, para que veais como sera

Una duda, es necesario que seamos druidas todos, es decir, por ejemplo, una forestal/cazadora podria pertenecer a esta nueva logia de elfos?

Hola sara no hay druidas demomento solo entran guerreros forestales y picaros ok?

Genial, era por enerlo mas claro, no me habia enterado mucho la verdad.

EL poblado de los guardianes forestales

bien, antes de tenerlo hemos de rolearlo, pero seria una joven arboleda, en la copa de esa ligera montaña, montaña que en su mayor parte mira hacia las tierras del interior, al abandonar los habitos actuales elficos, adoptarian el origen kaldorei, optando por una estetica salvaje similar a la de los elfos de la noche o arakkoa, dejo unas imagenes del desarollo y lo que seria, jijiji!






La Puerta Darnassiana, protege la entrada a la pequeña arboleda



La gran arboleda, fusionado al gran tronco del arbol central, descansa la casa mayor, el lugar de reuniones.



En los arboles, las casas civiles, en donde el dia dia pasan los aldeanos.

OffRol: El archivo esta en construccion y primero debemos rolearlo, como teneis las historias?

espero respuestas

Yo la tengo a medias, la termino en 1 o 2 dias.
Tiene muy buena pinta.

ya tengo la mia, faltan pulirle unos datos y segun como tengais las vuestras, vamos vamos asi empezamos la semana que viene si se puede!!!


Saludos
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Descripción Física: Alta, de aspecto frágil y desaliñado para ser una joven, de cabello despeinado, y de color rojo, resaltando a si su ojos verdelaceos. No suele sonreír, es seria y aveces calculadora.
Su cuerpo fornido, y de aspecto atletico, su ajustada vestimenta de cuero, ciñen perfectamente sus peños y su ajustada cintura, de labios carnosos y de un color carmín natural, y su piel bronceada, debido a sus
largas exposiciones bajo el sol.


Descripción Psicologica:
Es una de las Quel’Doreis mas jovenes, durante largo tiempo, dudo si ayudar al su reconstruido pueblo de Quel’Thalas, o si seguir sus antiguos ideales, de hecho estubo a punto de convertirse en una Sin’Dorei debido a que las circunstancias la obligaron, al no saber nada de su familia, y al escuchar que posiblemente su hermano se encontrase en la ciudad carmesi, no le interesa la cultura Quel’Dorei y mucho menos la Sin’Dorei, no le interesa en lo mas minimo, es fria e intenta no buscar el apego entre los otros, para ella todo lo demas le es indiferente.


Historia:

Como todas las historias, la mía empezó en las afueras de Quel´thalas, vivía con mi familia, Huérfana de madre y con el mejor de los padres un Guerrero que lucho por nuestro pueblo y muy conocido en la corte, Pocos recuerdos tengo de mi infancia, pero no me olvidare jamás de mis hermanos, el mayor de todos un hombre de guerra, que lucho por nuestro pueblo, y mi mellizo, un chico alto, corpulento y dotado de una roja cabellera, crecimos y nacimos juntos aun que por desgracia a nuestra madre la perdimos en el día de nuestro nacimiento, lo que provoco el alejamiento de nuestro padre, yo era adiestrada en esa interminable biblioteca, entre libros y papiros, se me hablo de la magia arcana y se me enseñaba una y otra vez, intentando extraer mi potencial, aun que me interesaba mas, montar a caballo y blandir una espada, como los guardias de la ciudad, aun que esto no se me estaba permitido, por otro lado mi hermano se convirtió en el favorito de mi padre, con el mayor de los tres luchando fuera, a el se le trataba como a un rey, mientras que a mi se me excluía, estaba claro, mi padre me odiaba, por ser una mujer.

Una noche un extraño elfo, con una cicatriz en el ojo izquierdo, nos visito, al principio parecía ser un amigo de mi padre, pero no era así, a la noche se adentro en mi habitación mientras dormía, llevando consigo una especie de cristal de color púrpura, el cristal se ilumino, despertandome, cuando lo vi eche a gritar, rápidamente el menor de mis hermanos, apareció, aquel elfo, me tomo del brazo, nos arrastro hasta un lugar desconocido, mi hermano forcejeo con el haciendo caer aquel extraño aparato, en ese momento, el grito..- Corre Jessiath Corre!!
corrí sin dudarlo, corrí tanto como pude, sin mirar atrás, corrí, hasta que desfallecí del cansancio...

Me había desmayado a causa del sofocón, me despertó el frío de la noche, una brisa congelante, y comencé a andar, sin sentido del rumbo, sin saber a donde ir, solo quería alejarme lo suficiente de aquel lugar.
En la oscuridad de la fría noche, grite, grite sin parar, el nombre de mi hermano, pero no tuve respuesta, ya sin fuerzas nuevamente caí en el frío suelo de aquel bosque, para mi desconocido, estaba cansada, tenia sueño y poco a poco mis ojos empezaron a cerrarse, en mi mente aquella imagen de mi hermano, se desvanecía...
debía volver, volver a casa con ayuda. Pasaron horas, la luz del día me iluminaba el rostro, y desperté, sin noción del tiempo, cuanto había pasado? horas o incluso algún día.




En la lejanía del camino pude ver con dificultad una silueta femenina acercadose montada en su corcel, para mi suerte ella pasaba por aquel camino y pudo verme, allí sola, sentada aquel frío bosque sin saber a donde ir, se acerco y lentamente y con cuidado y mirando a su alrededor, al no ver a nadie extendió su brazo izquierdo invitandome a acompañarle, yo aun aturdida, me deje llevar, ella, con cuidado me ayudo a subir a su caballo, hizo un gesto brusco al corcel y empezaron a andar, en el trayecto y sin fuerzas, nuevamente cerré mis ojos, y dormí...

*En sus sueños*

Podía ver a mi hermano y a mi correr hacia las afueras del pueblo y echando la vista atrás, como si se dejara algo, pronto se perdió en la sombra del bosque, dejandome sola, en aquel lugar, y de entre la oscuridad un ser oscuro tras de mi apareció, armado con un gran arma, amenazante, y dispuesto a matarme, eche a correr parecía que escapaba, hasta que le perdí de vista, y volví a ver a mi hermano, corría hacia sus brazos, pero en ese momento, algo empezó a temblar...
y desperté, en ese momento abrí los ojos.

Iba montada en un caballo blanco, guiada por una mujer, elfa por el largo de sus orejas vestía con una armadura verde, centelleante, ella al ver como, reaccionaba, me regalo una sonrisa…

-Theronnia: ¿Cómo te llamas?- me pregunto la mujer.
-Jessiath: Jessiath!! - respondí con voz temblorosa.
-Theronnia: Mi nombre es Theronnia Silvercrow, Y se puede saber qué hacías sola en mitad del bosque?

Y no le respondí, no quería recordar lo que vi.

Theronnia: ¿y tu familia?

El silencio incomodo nos invadió, ya que no respondí a esas dos últimas preguntas, no lo pude evitar y algunas lagrimas, recorrían mis mejillas.

Theronnia: Lo siento, no quería... , ahora estarás a salvo. Cuidaremos de ti.

Es lo último que me dijo antes de llegar a su campamento. Theronnia era una elfa algo ermitaña, vivía en un campamento al parecer de cazadores, entre ellos estaban, Thelive, un humano tuerto de un ojo, Gharodar, un enano borracho, y poco mas. Theronnia me dio un lugar donde vivir, me enseño a empuñar una espada, a tensar el arco, a correr sin perderme en los bosques, a continuar con mi vida, y sobretodo a luchar. Pasaron días… meses… y años, ya tenia 80 años.
Fue cuando un ejercito de nomuertos nos atacaron, intentamos defender el campamento pero al no ver la solución tuvimos que irnos de allí, había llegado el final de nuestro campamento, Thelive se marcho hacia la tierra de los humanos y Gharodar, hizo lo mismo, jamas volvería a verles.

Theronnia no se separo de mi, pero ella aunque ermitaña, era una patriota y decidió ayudar al ejercito de la ciudad y tenia que acudir al llamado de Lunargenta y sacar de allí a la gente, aunque hacia ya muchos años que no pisaba la ciudad decidí acompañarla…

Al llegar allí nos encontramos con una batalla campal, al parecer aquel pequeño contingente de nomuertos, era solo una avanzadilla, la verdadera lucha se daba en la ciudad, Theronnia empuño su espada y se adentro en la lucha, yo le seguí sin pensarlo, sin siquiera saber a que nos enfrentábamos.
Las fuerzas que asediaban la ciudad eran imparables, pero al final pudimos ponernos a salvo junto a un grupo de elfos, todos lloraban y lamentaban la caída de nuestra gloriosa ciudad, escapamos de allí, y nos refugiamos nuevamente en el bosque, al pasar los días y con el tiempo nos empezamos a debilitar poco a poco casi sin darnos cuenta, al menos eso nos ocurría a Theronnia y a mi. Poco después nos enteramos de que las fuerzas de la fuente del sol había sido utilizada por Arthas para resucitar a un poderoso enemigo, nuestro imperio estaba devastado, y con el las esperanzas de ver a mi familia, mas tarde nos alojamos en campamentos, unos al sur, otros al este, la necesidad de magia era brutal, Los pocos elfos que sobrevivieron a la invasión de la Peste pronto enfermaron y se volvieron apáticos.
Todos los elfos que habían sobrevivido estaban sufriendo el mismo letargo que había aparecido por su pérdida de la magia. Decidido a salvar lo que pudiera, Kael’Thas reunió a los supervivientes y los llamó los Sin’dorei, o “elfos de sangre” en honor a los que habían caído ante la Plaga.


Se podía observar como muchos elfos que marchaban hacia Lo desconocido junto a Kael’Thas, yo por otro lado, me quede en los campamentos en las tierras de la peste, Kael’thas era el ultimo de la dinastía de los Caminantes del sol, aun así, a muchos no nos agradaba la idea de llamarnos Elfos sanguinarios, y prefirieron seguir como antaño, como Altos Elfos, es así como nacía Quel’Lithien...

*En las tierras de Quel’Thalas…*



En las tierras devastadas de Quel’Thalas, Lor’Theman, asumía el liderazgo de los nuevos Sin’Dorei y buscaría un remedio para el moribundo pueblo, Lor’Theman decidió reconquistar la ciudad es así como con un grupo de forestales restantes de las fuerzas de Sylvannas entre ellos Theronnia, se preparaba para el asedio.
Aquel grupo, entro en las ruinas de Lunargenta donde se inicio una gran guerra entre las fuerzas de Quel´thalas y la plaga, que se acentuaba en las ruinas de la ciudad, en seguida el grupo se dividió y Theronnia atacaba desde lejos con su arco cuando varios nomuertos de la plaga se acercaban con las armas al aire, para arremeter contra Theronnia.
Ella disparo sin pensarlo una de las flechas atravesó el pecho del putrefacto guerrero sin apenas hacerle daño, rápidamente disparo a otro dandole en la cabeza, cuando quiso sacar su espada era demasiado tarde, Aquel nomuerto había atravesado el estomago de Theronnia, y tras el estoque frontal, se le unió otro, de otro esquelético guerrero, justo en el costado, rematandole…

Entonces sentí la llamada y decidí mezclarme entre los Sin’dorei y cabalgar hacia las ruinas ciudad, al llegar a Lunargenta aquello parecía un cementerio, lleno de cadáveres. de ambos bandos, huesos fragmentados de la plaga, elfos mutilados, en el asfalto de las putrefactas calles. Di varios rodeos, evitando las subyacentes fuerzas de la plaga que impregnaban las ruinas, pero no la encontré por ningún lado, hasta que vi en uno de las edificaciones derruidas un cadáver de una elfa en el suelo, en ese momento pensé en lo peor, me acerque a el y en efecto, era ella, parecía viva, aunque no por mucho mas tiempo.

Ella intento decirme algo, aun que ya casi no tenia fuerzas, me dedico nuevamente aquella sonrisa, como en el primer día, ya sin fuerzas acerco su espada curva y me la puso en la mano, una lagrima bajo por mi mejilla al ver su cuerpo sin vida, no era la única a quien le había ocurrido alguna desgracia, las fuerzas enemigas se reagrupaban, así que guarde su espada y me escondí.

Fue entonces escondida en la oscuridad de aquel edificio destruido por la guerra, cuando decidí marcharme de aquel lugar, jamas volvería a Lunargenta, ese ya no es mi hogar permanecí durante meses en Quel’Lithien, vigilando junto a otros Quel’Dorei las tierras de la peste del este, durante los años pensé en lo desgraciada que había sido, pero, ya era suficiente, no podía lamentarme mas, buscaría a mis hermanos, a mi padre, a mi familia, seguro que aun vivían, estaba segura de ello, en consecuencia a la renuncia y a los actos de los nuevos elfos, evidentemente las disputas estaban a flor de piel, pero quien era yo? realmente seguía siendo una alta elfa, o quizás para el resto de las razas seria una Sanguinaria? así es como a escondidas realizaba incursiones en las tierras de Quel’Thalas, y en la lejanía les observaba, como crecían, como renacían, encontraba repugnante llamarme o considerarme un “elfo de sangre” aunque tenia curiosidad por entrar allí y ver lo que hacían, me pase los últimos años, indagando, hasta que lo vi, llegaron noticias desde Quel’Thalas, unos osados Sin’Doreis habían vuelto airosos a la reconstruida Lunargenta, y de entre ellos, un nombre pronunciado entre los sanguinarios elfos, Gogh el Hijo de Maggoth, una lluvia de imágenes inundaba mi mente, Gogh, mi hermano... VIVO?, entonces lo entendí, quizás era la hora de entrar de mezclarme entre ellos, y quizás de aprender sus nuevas costumbres, no formaba parte de la Alianza, y mucho menos de la Horda, me da igual que dirían o que pensarían de mi, pero tengo que encontrarlo, me adentre en aquel bosque, una densa atmósfera inundaba mi cuerpo, camine y camine hasta que lo vi, era el, aunque con muchos años después, aun recuerdo su rostro, sin duda era mi hermano, allí estaba en aquel refugio, junto a otros de su condición, entregados a sus excesos, a sus vicios, y a su desbordante arrogancia, quise acercarme, pero entonces lo vi, sus ojos envueltos en su repugnante color verdelaceo, me provoco el vomito, no pertenecía a ese lugar, y con el nacimiento de ese sentimiento, mis ansias por ver a mi hermano se desvanecieron, debia marcharme, aun que ya no podia voler, para los que deje en Quel’Lathien, ya no seria bienvenida, no voleria formar parte de ellos, aun que en mi corazón, nunca seria una Sin’Dorei, pero ante sus ojos jamas volvería a ser una Quel’Dorei...[/size]

Nombre: Alnassara

Descripción Fisica: Joven, fuerte y llena de vitalidad, es rubia y sus ojos son de un azul muy palido. Tiene los musculos de piernas y manos muy desarrolllados

Descripcion Psiquica: Joven, alegre y divertida; pero tambien seria y huraña, debido a todo lo que la ha pasado


Historia:

En mi juventud, nada...nada muy interesante la verdad, supongo que la misma que la de cualquier otra elfa huérfana. Cuando aun era muy pequeña mis padres murieron, muertos accidentalmente, según me dijeron, en una especie de accidente manipulando energias mágicas, nunca le he tenido aprecio a la magia...

No me puedo quejar de los primeros años que pase sin mis padres, me acogieron en el orfanato de Lunargenta, una vida tranquila y sosegada y sabiendo entrar a obtener cosas de las cocinas era mucho, mucho mas facil. Con la suficiente comida podias conseguir lo que quisieras, asi tras improbos esfuerzos robe una gallina entera que cambie por mi primera arma, una daga.
No era nada fuera de lo normal, tenia una hoja mediana y un mango corto, era gris, me gusta el gris.

En principio solo la dedicaba a la diversión y de vez en cuando, cuando estaba sola, a matar enemigos imaginarios en el aire, con el tiempo empeze a usarlo para cazar tambien, sobre todo conejos y linces pequños separados de su madre.

Tenia montada toda una red de contrabando y acabe acumulando una preciosa cantidad de monedas, decidi guardarlas para algun dia en el que me hicieran mas falta.

Por desgracia no pude ocultar mi negocio mucho tiempo, la maestra se acabo enterando, cada poco tiempo el ejercito o los forestales se llevaban a alguien, los mas fuertes y habiles, aun recuerdo el dia que me fui yo, era un dia radiante, son los peores.

Matrona: Alnassara, tengo una buena noticia
Un elfo se adelanta
Elfo: A partir de ahora seras entrenada como exploradora del gran ejercito de Lunargenta

Alnassara: Pues mira que bien

El elfo murmura algo sobre respeto y se pone serio.

Cuanto dure... ohh si tres semana, fuimos a las fronteras del Sur de Quel’Thalas a practicar, en mi primera practica me escape, a partir de ahí mis relaciones con los elfos de Lunargenta no han sido del todo perfectas.

Me retire en dirección a Lordearon, Lorderon o como se llame, me deje el pelo corto para que no me reconocieran, de todos modos, no creo que fueran a enviar al ejercito de Lunargenta a por mi.

En las fronteras Septentrionales apenas habia guardias, pero si algunos animales con problemas de conducta, aunque usando el H, H y H(huye, huye y huye). No me causaron problemas.
Cierto es que se podria decir que esto es cobarde, pero un valiente en la tumba no vale nas que un cobarde vivo.

Entre estas y otras cosas llege a Loarderon, empeze a obtener el dinero suficiente “tomándolo prestado” a los generosos habitantes de Loarderon. Los guardias se dieron cuenta y deje de ir a la capital.

Empeze a hacer pequeños trabajos para los granjeros que a cambio de ellos me dejaban alojarme en su granero y me alimentaban.
Tambien gane algo de dinero “Interrumpiendo el trabajo de la competencia”, es el modo de decirlo que mas me gusta.

Empezaron a llegar noticias raras de Andorhal, noticias que me daban mal rollo, decidi con buen criterio apartarme de ahí durante un tiempo, me estableci en las Tierras Altas, mas o menos como una ermitaña, viviendo de la naturaleza y todo eso.

Luego me traslade a las Tierras del Interior, ahí vivi un tiempo con los enanos esos de los grifos, no rechazaron mi ayuda, y es mas, me ayudaron con muchas cosas.

Luego me entere de que algunos elfos habian creado un poblado por ahí, me dirigi a el, un elfo me grito mientras que me acercaba

Elfo: ¡Quel’Dorei o Sin’Dorei!

Nunca lo habia pensado...no me sentia apegada a ninguna de las dos variantes, pero bueno, de momento, como no tengo vocación de martir

Alnassara: Quel’Dorei

Pase un tiempo ahí, no me gusto, demasiada inactividad, y asi como tantas otras vezes en mi vida, decidi que ahí no estaba mi hogar, nunca sere un Quel’Dorei ni un Sin’Dorei, de momento sere solo Alnassara.